28 de noviembre de 2011

EL CLASICISMO

EL CLASICISMO Y CZERNY


En música entendemos el Clasicismo como el período comprendido entre 1750 (muerte de Bach) y 1827 (muerte de Beethoven). Algunos hechos históricos que tienen lugar en el Clasicismo son la Ilustración y la Revolución Francesa.

Los músicos, en la segunda mitad del Clasicismo empiezan a componer para sí mismos y su público, que empieza a ser burgués.

Los modelos estéticos que se siguen son los de la cultura clásica grecorromana: las formas se alargan, se busca la sencillez, el equilibrio y la mesura, huyendo del modelo recargado del Barroco. El protagonismo suele tenerlo la melodía principal a la que acompañan el resto de voces que ejercen como soporte armónico. Las obras se organizan en función de los acordes tonales: tónica, subdominante y dominante.

La Sonata, la Sinfonía y los Conciertos para instrumento solista y orquesta, son las formas que aparecen en el Clasicismo.

Los instrumentos de teclado, el clave y el clavicordio dan paso al piano. Debido a las características del nuevo instrumento, se exige al pianista un esfuerzo físico y muscular que antes no se imaginaba. Los compositores de la época se centran en la búsqueda de agilidad y velocidad en los dedos. Esto hace que empecemos a hablar de Estudios”, piezas dedicadas a conseguir una técnica más virtuosa. Algunos de estos compositores, que ya conocéis, son Cramer, Clementi, Burgmüller, Lemoine, Czerny.


Karl Czerny (1791-1857)

Casi todos habéis estudiado algo de Czerny desde que estudiáis piano. Karl Czerny fue uno de los compositores más fructíferos del siglo XIX.

Era un pianista vienés que fue formado durante tres años por Beethoven, de su enseñanza describió:
Sus relaciones con Hummel y Clementi influenciaron sus propias composiciones.
“…Durante las primeras lecciones de Beethoven me mantuvo haciendo escalas en todos los tonos, y me mostró la única posición correcta de las manos y dedos, y, en modo particular, cómo usar el pulgar; cuya utilidad no pude apreciar debidamente hasta mucho más tarde…”

Czerny se retiró relativamente pronto de los escenarios, pero continuó componiendo y enseñando. Solo aceptaba los mejores estudiantes, uno de los cuales fue Franz Liszt.

Su catálogo de obras llega casi al número de ochocientos opus, entre los que, por supuesto, están sus célebres estudios y también sus fantasías. Entre las series de estudios, los opus 299, 300, 335, 399, 400, 636 y 740 siguen usándose como medio de resolver los más variados problemas técnicos.
Él mismo afirma: Así que ya sabéis, mucha paciencia y mucho ánimo para repetir y repetir, y alcanzaréis vuestro objetivo.
“…Nada es más importante para el intérprete que trabajar incansablemente las dificultades más usuales, el número de veces necesario hasta dominarlas a la perfección…”


Aquí tenéis unas muestras:



Vivien Slater. Estudio nº1 Op. 740





 


Nairi Grigorian, Estudio nº 5 Op. 299






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