12 de abril de 2013

CLAUDE DEBUSSY


Claude Achille Debussy (St. Germain-en-Laye, 1862 - París, 1918) fue el iniciador y máximo representante del  impresionismo musical y sus innovaciones armónicas abrieron el camino a las nuevas tendencias musicales del siglo XX.

 Debussy ingresó en 1873 en el Conservatorio de París donde tuvo como profesor de piano al célebre Marmontel, a Lavignac, y, en composición, a Ernest Guiraud. Con once años, el joven Debussy se dedicaba a improvisar y componer sobre los estudios de Czerny, para desesperación de su profesor, que le decía que, de esa manera, nunca llegaría a ningún sitio.


En el verano de 1880 trabajó como acompañante, como pianista de cámara y profesor de piano de los hijos de una rica dama rusa, Nadesda von Meck. Esto le permitió conocer a Wagner. Debussy vio renovado el empleo en los veranos siguientes, posiblemente hasta 1884, y entonces visitó Moscú, donde pudo establecer cierto contacto con la música del "grupo de los Cinco": Balakirev, Cuí, Mussorgsky, Rimsky-Korsakov y Borodin.

En el Conservatorio había adquirido fama de músico revolucionario; sin embargo, en 1884 logró el "Prix de Rome", el que entonces era el más importante premio de composición del mundo con la cantata El hijo pródigo. Como premio, pasó tres años en Villa Médicis  que le resultaron muy enojosos, ya que no sentía inclinación alguna por el clasicismo romano y echaba de menos París.

Debussy buscaba  la salida hacia una nueva concepción artística y en este sentido Wagner le influyó muchísimo, como a la mayoría de músicos europeos. Lo que le llevó a encontrar un lenguaje propio fue su relación con literatos simbolistas (Mallarmé) y pintores impresionistas. Su descubrimiento del canto gregoriano le lleva a explorar la música modal y también le inspiran mucho las melodías  exóticas africanas y javanesas, presentadas en la Exposición Universal de París.

A través de sus obras líricas para canto y piano podemos seguir su  evolución. Su única ópera Pelleas et Mélisande, fue muy discutida en el momento de su estreno y ya aplica muchas de las soluciones del Impresionismo musical.

En una segunda etapa, alcanza el primer plano de la producción de Debussy la música instrumental. Aquí es cuando compone sus Arabescos (1888) y  la Suite bergamasque (1890), para piano, así como el Cuarteto (1893) y el Preludio a la "Siesta de un fauno"(1892). Sobre todo a través del piano, el impresionismo musical de Debussy se desarrolla plenamente en obras como Pour le piano (1901), las Estampas(1903), La Isla Alegre(1904) y los dos cuadernos de Imágenes (1905-1907).

Golliwogg, personaje de la literatura infantil del s. XIX,
caracterizado  por su piel negra, labios de payaso, pelo rizado
y ojos ribeteados de blanco.

En 1908 compone la suite El rincón de los niños, dedicada a su hija Chouchou, en cuyo primer número, Dr. Gradus ad Parnassum, podemos imaginar a ese pequeño Debussy improvisando sobre los estudios clásicos, para rabia de su profesor Marmontel, así como disfrutar del número más famoso, Golliwogg’s Cake Walk, inspirado en unos muñecos negritos muy famosos en la época. Continúa con la que probablemente es su obra maestra, los dos tomos de los Preludios (1910 y 1913), el equilibrio definitivo de la composición moderna para piano.
Otras obras de Debussy para orquesta son El mar (1905), Imágenes(1909), y los tres Nocturnos (1899).


Hacia 1910  Debussy tiene una etapa de orientación clasicista que podemos observar en las sonatas escritas para varios instrumentos con acompañamiento de piano, las más famosas de las cuales son la Sonata para flauta, arpa y viola (1915) la Sonata para violoncello (1915) y la Sonata para violín y piano. En esta última etapa tenemos que destacar el oratorio El martirio de San Sebastián (1911).



Claude Debussy no ocupó cargos ni buscó jamás puestos estables; careció de discípulos y sí tuvo únicamente amigos, con quienes gustaba de hacer música, conversar y discutir sobre arte y poesía. Actuó frecuentemente como colaborador musical en diversas revistas, generalmente literarias, (los manuscritos de “El Señor Corchea”). En 1918, moría, amargado y conmovido profundamente por los desastres de la guerra. Su última obra para piano son los Doce Estudios, dedicados a la memoria de Chopin.


Aquí tenéis una grabación del propio Debussy en 1913, donde interpreta Golliwogg’s Cake Walk.



Ahora os ofrecemos la Suite Bergamasque, cuya tercera parte es el conocido "Claro de luna", interpretada en esta ocasión por el célebre pianista chileno Claudio Arrau. 

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