26 de mayo de 2013

CLASICISMO, HAYDN Y SU SENTIDO DEL HUMOR

La obra de Haydn fue fundamental en el desarrollo de lo que se denominó forma sonata. Sin embargo, su práctica difiere en algunos puntos de las de Mozart y Beethoven. Haydn fue particularmente aficionado a la llamada «exposición monotemática», en la que el tema de la dominante es similar o idéntico al tema de apertura. Haydn también difiere de Mozart y Beethoven en sus secciones de recapitulación, donde Haydn a menudo reorganiza el orden de los temas en comparación a la exposición y utiliza un amplio desarrollo temático.
La inventiva formal de Haydn también lo llevó a integrar la fuga en el estilo clásico y a enriquecer la forma rondó con más cohesión tonal lógica. Haydn fue también el principal exponente de la forma doble variación (variaciones alternas sobre dos temas, que a menudo son los principales y en menor medida versiones el uno del otro).
Una característica inherente al estilo musical de Haydn fue su sentido del humor, y a lo largo de su obra encontramos varios recursos usados para crear efectos humorísticos.

La sorpresa
Haydn consigue este efecto utilizando silencios repentinos, cambios súbitos de dinámica o usando temas rapidísimos. El ejemplo más célebre es el de su Sinfonía 94 llamada “La sorpresa” (O “Golpe de timbal”). Como a Haydn le disgustaba que la gente fuese a los conciertos a dormir, sorprendió a la audiencia mediante un fortísimo súbito en el segundo movimiento.



La repetición
La repetición exagerada de un motivo puede generar incertidumbre. Haydn planificaba este tipo de juegos musicales para sorprender al público. Así, en la sinfonía nº 65 la nota "la" se repite hasta 24 veces. 



En otras sinfonías como la nº 70 se observan motivos de cinco notas  negras que también se van repitiendo. En el último movimiento de la sinfonía nº 86 se repite un motivo de cinco corcheas que vuelve a escucharse en la coda final.
La sinfonía 83 recibe el sobrenombre de “La gallina” por un pasaje de notas repetidas con el oboe que se parecen al cacareo de una gallina. Es la segunda de las seis sinfonías denominadas “París”.



La velocidad
También es usada con fines humorísticos, por ejemplo en el finale de la sinfonía 102, de forma rondó. Haydn usa aquí pequeños motivos que se suceden a toda velocidad.




Movimientos mecánicos y ostinati
El ejemplo más claro de uso de este recurso humorístico lo tenemos en la sinfonía del Reloj nº 101, cuyo nombre se debe al ostinato del fagot y el pizzicato de las cuerdas en la segunda frase. Pertenece al  grupo de sinfonías de Londres.





Las bromas
Tocar notas equivocadas o cambiadas, cambiar de modo inesperadamente, así como superponer canciones que tienen algo en común o contrastante (quodlibet), fueron otros de los efectos usados por Haydn.

Finales inesperados 
Haydn juega muy a menudo con los finales. Es común que use finales instrumentales en forma de danza que contrastan con el carácter solemne del resto de la obra, por ejemplo el final de la sinfonía 82 "El oso" basado en una danza croata.




Y el ejemplo más conocido es el de la Sinfonía de los adioses nº 45 que termina con los músicos yéndose uno a uno del escenario, quedando solamente dos violines, el del concertino y el del propio Haydn,   como reivindicación ante el príncipe Esterházy para conseguir vacaciones después de un período de intenso trabajo.

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